carta 18: ya lo estoy queriendo

Y si volviera ¿me aceptarías tal cual soy? Hay un problema. Te va a resultar jodido clasificarme ¿podés tolerarlo? ¿Tengo que ponerme una camiseta, afiliarme a algo para justificar mi existencia? ¿No te basta con que sea un ser humano como vos? ¿O me vas a dar la espalda? ¿Qué tenemos en común? El peso argentino y la moneda de la amistad. El sentido del humor y el mal humor. Un salvavidas de creatividad. Un repertorio de seducción y de pretextos y en el bolsillo, media galleta de poesía. Un manual de buscavidas, un pucho de mediocridad y el fútbol claro. Compartimos igual gradiente de temperaturas, que va desde el pecho frío, a la fiebre ¡es un sentimiento no puedo parar! Y una misma carta de sabores, entre el dulce de leche y un mate amargo. Y también compartimos lenguaje. Borges decía que un idioma es una forma de sentir la realidad. Tal vez entonces nuestra comunicación, no sea tan difícil, ahora que le estoy hablando a tu corazón. ¿Tenés todavía un lugar para mí? ¿Me das otra oportunidad? Podríamos empezar de nuevo. Tengo ideas, tengo ganas de trabajar, ganas de ayudar, ganas de seguir creciendo. Quiero ser, quiero entrar. Quiero devolverte algo, porque a tu manera, me lo diste todo. Quiero darle la vuelta a mi sombra y ganarme esta vez, la sortija. Arrancar de mí el miedo entero, toda la mierda. Creo que es la única manera de arrancarla también del mundo. Quitar aunque sea una molécula de sufrimiento. Será una partícula menos de dolor. Quiero hacer cosas imposibles. Sacar belleza de este caos. Vos sos esa posibilidad. Porque donde las cosas funcionan perfectas y hay tanto bienestar ¿qué sentido tiene nada? Vos en cambio, me tratás tan bien, me tratás tan mal, me ponés a prueba todos los días. Me entrenaste muy duro y aprendí. Mama la libertad. Ahora sé, lo que siempre estuvo ahí y es verdadero, no me lo quitaron nunca, no te lo quita nadie. Si desde que me fui, llevo el sur como un destino del corazón. ¿Este exilio? Es la cárcel en que soñé mi regreso. Algún día seré libre. Y vos, el día que me quieras, queréme así. Piantaá.

Un comentario en “carta 18: ya lo estoy queriendo

Deja un comentario