carta 21: yo vengo a ofrecer mi corazón

Y un ángel bajó a la Tierra. Camiseta número 22. Aparición en celeste y blanco, Di María. Gol del 10 de julio de 2021. Vamos 1 a 0. De repente, una nueva declaración de independencia. ¿Argentina soberbia? ¿Brasil vanidoso? Mirá las fotos y después contáme. Ese abrazo al final del partido. Y qué contentos se reían, cuando estaban sentados en los escalones del túnel de vestuarios del Maracaná. A Diego le tocó jugar con el enemigo. A Messi, le tocó jugar con su mejor amigo. Para ganarle al enemigo tuvimos que hacer trampa. Poner toda la rabia en la revancha. Es el talento de los pobres para hacer justicia a su manera. Para ganarle al amigo, en cambio, necesitás jugar como un pibe otra vez. Jugar con el corazón. Comprender que se trata de un juego y que querés jugarlo. ¿Y quién gana? Gana la amistad. La pelota no se mancha. Nunca. Y ese paso que dimos es causa y es efecto. Es el talento para ser feliz. Ahora entiendo, más allá del milagro. Es trabajo en equipo, es compartir la cancha. Y un puente invencible se ha creado entre los dos. Para llegar a vos, yo también usaré mi amor como un puente. Algo más jovata pero no vencida, me verás volver a la ciudad de la furia. La ciudad que yo creí mi pasado, es mi porvenir, mi presente. Porque solo perduran en el tiempo las cosas que no fueron del tiempo. Y si no hay otro tiempo que el ahora, hoy, salgo a tu encuentro. La reunión es posible. Lo sé. La paz es real, la alegría es verdadera. Abundancia, es mi estado natural. No habrá más pena ni olvido, cuando yo te vuelva a ver. Y que lo sepas: tu felicidad es también la mía ¡Vamos mi amor! Y esta canción… durará por siempre… la canción sin fin.

Y gracias… por venir…

Europa, julio 2021

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